sábado, 1 de noviembre de 2008

Por empezar quiero aclarar que no soy el estereotipo de gay que puede advertirse en la calle. Soy un chico igual que todos. La diferencia con otros chicos es que yo me siento atraido por chicos y no por chicas. Muchos han pensado que la homosexualidad es una especie de capricho o elección que la persona realiza. Pero aquí estoy yo para desmentirles eso. También demasiados padres se preocupan ante la simple posibilidad de que su hijo sea gay, lo toman como un castigo, lo piensan como una herida a su narcisismo. No lo pueden acepatar, claro me refiero a la mayoría de los padres, no a todos. El miedo también toma fueza cuando se cree que todo gay tiene que tener actitudes femeninas, cuestión totalmente erronea. Yo por ejemplo soy totalmente masculino en mi forma de ser a pesar que me gusten otros chicos.
Nadie imagina que yo soy gay. Nadie imagina que tengo mi amor escondido y que por más que seamos chicos "normales", buenos chicos como lo caratula la sociedad, no podemos hacer público nuestro amor. La sociedad no está preparada para que los hombres se amen entre si, solo acepta la ecuación: mujer + hombre.
Mucha gente pensará: "puto de mierda" ¿por que se pone a escribir sobre su putes?, es común escuchar este comentario, pero si se le cuestiona a la persona el por qué de su rechazo ante los homosexuales la mayor parte de la gente homofóbica no encuentra respuesta. La mayor parte de esta gente sólo aprendió que hay que rechazar todo lo que sea diferente, que hay que evitar el contacto con lo que no sea "normal".
Los homosexuales somos personas como cualquiera, somos hijos, hermanos, amigos, primos, tíos, compañeros de trabajo, etcétera, somos uno más de la comunidad.
Todo aquel que lea este blog, espero tanto si es homosexual o heterosexual que pueda hacer su aporte, claro siempre que sea constructivo. Mucha gente es homofóbica, pero también hay mucha gente heterosexual que no lo es.

1 comentario:

  1. HOMOSEXUALIDAD


    Estimado Asterisco, aqui me encuentro identificandome con tu articulo. Primero ante que nada me gustaria decir que la palabra gay (sustantivo o adjetivo) es sinónimo de homosexual(ya que muchos sienten rechazo hacia dicha palabra): Inclinación hacia la relación erótico-afectiva entre individuos del mismo sexo.

    La principal diferencia entre estas dos palabras es que Gay (alegre; divertido en inglés) es un término positivo, importado del inglés y elegido originalmente por la comunidad gay de San Francisco (California, Estados Unidos) para referirse a sí mismos. Mientras que homosexual es un neologismo que originalmente en inglés tenía connotaciones negativas relacionadas con una patología, enfermedad o tara. Fue acuñado en 1869 por el escritor austriaco Karl-Maria Kertbeny y popularizado más tarde por el psiquiatra alemán Baron von Kraft-Ebbing.

    En países Latinos, gay se refiere casi exclusivamente al género masculino, especialmente a aquellos que aceptan su género biológico (por lo tanto no se aplica al transformista, al travesti ni al transexual) estén o no fuera del armario.

    No suele usarse para designar o calificar al género femenino; para evitar confusiones se suele hablar de “gays y lesbianas”, aunque para algunas interpretaciones esta expresión es redundante.

    Si bien a lo largo de la historia se logro reconocer que ser homosexual ya no es una enfermedad, socialmente sigue siendo argumento clave a la hora de discriminar. La orientación sexual, según la APA (Asociación Americana de Psicología), es una atracción constante hacia otra persona en el plano emotivo, romántico, sexual o afectivo. Es fácil diferenciarla de otros componentes de la sexualidad, incluso del sexo biológico, la identidad del género (el sentimiento psicológico de ser hombre o mujer) y el papel social que conllevan los géneros (tales como adhesión a ciertas normas culturales relacionadas con el comportamiento femenino o masculino).

    La orientación sexual existe en torno a un “continum”, que abarca desde la homosexualidad exclusiva hasta la heterosexualidad absoluta e incluye diversas formas de bisexualidad. Las personas bisexuales pueden sentir una atracción sexual, emotiva y afectiva hacia ambos sexos. Las personas que sienten una orientación homosexual se denominan gay (tanto hombres como mujeres) o lesbianas (solamente para referirse a las mujeres). La orientación sexual es diferente del comportamiento sexual porque se refiere a los sentimientos de una persona y a la imagen que tiene de sí misma. Es decir, que la orientación sexual se determina por el factor emotivo hacia otra persona, del mismo o diferente sexo.



    ELECCIÓN DE LA ORIENTACIÓN SEXUAL


    Es asi que podemos decir que los seres humanos no pueden escoger ser homosexuales o heterosexuales. Para la mayoría de las personas, la orientación sexual se define al comienzo de la adolescencia, sin necesariamente pasar por una experiencia sexual. Si bien tenemos la opción de actuar, o no, en relación a esos sentimientos, los psicólogos no consideran que la orientación sexual sea un acto consciente que podamos cambiar a voluntad. La orientación sexual es diferente del comportamiento sexual porque se relaciona con los sentimientos y la auto-imagen. En su comportamiento las personas deciden expresar, o no, su orientación sexual. Por tal motivo podemos decir que la causa d ela sexualidad se remonta a la infancia o a la pubertad.


    CAMBIO DE LA ORIENTACIÓN SEXUAL CON TERAPIAS


    La orientación sexual ya determinada en el individuo desde la infancia o desde la pubertad no se puede cambiar con terapias una vez asumida la imagen sexual-emotiva. Si bien la mayoría de los homosexuales lleva una vida exitosa y feliz, algunos, a menudo bajo coerción por parte de sus familias o de grupos religiosos, desean cambiar su orientación sexual por medio de la terapia. Sin embargo, la realidad es que el homosexualismo no es una enfermedad. No requiere tratamiento y no se puede cambiar. No obstante, cuando los homosexuales, las lesbianas y los bisexuales solicitan ayuda de un psicoterapeuta, no necesariamente es para cambiar su orientación sexual. Ocasionalmente, los homosexuales, las lesbianas y los bisexuales procuran asistencia psicológica para poder asumir su propia sexualidad, o para buscar estrategias que los ayuden a lidiar con el prejuicio, pero la mayoría de las veces cuando necesitan ayuda de la psicoterapia es por los mismos motivos existenciales que los heterosexuales. Lo cual nos demuestra de que no tiene nada de malo asistir a un psicoterapeuta para que ayude a asumir esa imagen que a veces es dificil de asumirla ante la sociedad.

    LAS CAUSAS DE LA HOMOSEXUALIDAD


    Primero que nada no es un mal mental o una enfermedad psicologica. La homosexualidad, como bien lo dice la palabra es la elección que hace un individuo cualquiera de relacionarce sentimentalmete u sexualmente con alguien de su mismo sexo. Muchos dicen que es algo hereditario, sin embargo esta comprobado que es algo Social. Es la suma de conflictos sociales y familiares en la infancia los que hacen determinar la conducta del individuo orientandolo hacia un lado o el otro, sin embargo la mayoría pasa por una étapa de confusión puesto que a veces es dificil la aceptación de uno mismo. Así podemos tomar algunos factores que predeterminan la homosexualidad del niño/a, tales como "la soledad y tristeza" que pueden estar o no ligadas al rechazo social de sus pares como por ejemplo a las habilidades atleticas durante la infancia. Separacón de los padres, cuando no se satisface la necesidad de cariño, aprobación, afecto físico y ánimo de un padre, se desarrolla un vacío interior comúnmente llamado: hambre de padre. En un intento por superar este dolor, algunos adolescentes y jóvenes adultos buscan el confort de ser abrazados por otro hombre. Así mismo hay individuos sensibles que ante el maltrato por hermanos mayores crean un vacio sentimental de afecto. Y así podemos seguir, como por ejemplos adultos que por no encontrar la persona correcta para casarce terminan volcandose a la homosexualidad.




    Otro posible factor son los profundos sentimientos de ser inadecuado y la falta de autoaceptación

    La homosexualidad también puede ser el resultado de fuertes sentimientos de inseguridad. La desconfianza en sí mismo se suscita por el rechazo de padres, compañeros, hermanos u otras personas significativas en las cuales se ha depositado la confianza. En un intento inconsciente de deshacer una historia de rechazos, la persona busca reafirmarse y ser aceptada por miembros del mismo sexo. La autoestima se basa principalmente en la aceptación de un modelo de conducta en la primera infancia, el niño de su padre y la niña de su madre. Todo niño pequeño añora recibir la aceptación, al apoyo y el ánimo de su padre -- de esta forma establece un sentido positivo y un grado de bienestar consigo mismo. Aunque el amor de una madre es esencial para los niños, no es tan importante como el amor y la afirmación del padre para la formación de una sana identidad masculina. La falta de reacciones positivas de un padre produce una seria debilidad en la imagen masculina y una falta de autoaceptación. Muchos de los que sufren inclinaciones homosexuales crecieron de niños pensando que nunca podrían agradar a sus padres.

    Los hermanos mayores también juegan un papel importante en la formación de una positiva identidad masculina en la infancia. Los rechazos en estas relaciones pueden producir un serio debilitamiento de la autoestima masculina.

    Sin embargo, las desilusiones más comunes de la vida infantil que producen inclinaciones homosexuales son el resultado de los rechazos por parte de amigos a causa de una deficiente coordinación psicomotriz y atlética. Esta es una limitación especialmente dura de tener en una cultura obsesionada hasta tal punto con el éxito deportivo que se llega a considerar ese éxito como el indicador principal de la masculinidad. Los niños que no son buenos atletas son a menudo víctimas del rechazo y del ridículo. Frecuentemente les dan apelativos femeninos y les llegan a decir que corren o juegan como una niña. A medida que estos rechazos continúan año tras año, estos chicos se sienten cada vez más inadecuados, confusos, solos y débiles. El maltrato de los compañeros produce en ellos una imagen muy deficiente de su cuerpo y de su masculinidad. La angustia de estos chicos puede llegar a ser tan dañina que puede hasta anular los beneficios psicológicos de una positiva relación con su padre. Para muchos de estos chicos, las inclinaciones homosexuales comienzan en el sexto o séptimo grado. La inclinación es siempre hacia adolescentes fuertes y atléticos.

    La necesidad de ser aceptado por otros varones es esencial para el desarrollo de una positiva identidad masculina y es anterior al nivel de desarrollo adolescente. Si la autoaceptación no ocurre por medio de la afirmación de otros compañeros, raramente podrá un muchacho sentirse atraído hacia las muchachas. Los conflictos básicos de una baja autestima se manifiestan de diferentes maneras en los varones que tienen inclinaciones homosexuales. Entre estos conflictos se encuentran: una atracción obsesiva hacia hombres atléticos y musculosos; una necesidad excesiva de actuar de forma agresiva; una necesidad compulsiva de aumentar la musculatura; y un profundo sentimiento de no ser amados.



    3° FACTOR: DESCONFIANZA Y MIEDO

    Otro factor importante en el desarrollo de la homosexualidad es el miedo a ser vulnerable en las relaciones heterosexuales. Esta incapacidad de sentirse seguro amando a alguien del sexo opuesto es usualmente inconsciente y la mayoría de las veces tiene su origen en experiencias traumáticas en el hogar.

    En el caso de los varones, puede ser la consecuencia de haber tenido una madre demasiado controladora, excesivamente dependiente, enfadada y crítica, poco afectiva y fría, narcisista e insensible, muy desconfiada, adicta o enferma.
    En el caso de las chicas, el miedo de confiar en cualquier varón en una relación amorosa puede surgir de haber tenido un padre muy enfadadizo, rechazador y distante, insensible hacia su madre, abusivo, duro, egoísta, adicto o falto de afecto. Actualmente, el abandono de un padre a causa del divorcio es una de las mayores fuentes de desconfianza que muchas chicas experimentan hacia los chicos. Estas chicas desarrollan una fobia inconsciente de ser heridas como vieron que lo fueron sus madres. Como resultado, durante un tiempo se sienten seguras sólo con el amor consolador de otra mujer.

    La desconfianza también puede desarrollarse como resultado de vivir en una casa con frecuentes conflictos y peleas entre los padres. Como la relación entre los padres es el modelo para un niño/a de lo que es una relación heterosexual, un matrimonio mermado por el constante dolor y conflicto puede llevar a que el hijo o la hija desarrolle un miedo de volverse vulnerable ante las personas del sexo opuesto. Este miedo puede llevar a algunos a caer en una relación homosexual. Una dinámica similar se presenta a veces después de un divorcio, cuando muchos adultos tienen miedo de ser heridos por las personas del sexo opuesto y se retraen en una relación homosexual. La epidemia de divorcios en nuestra cultura actual está causando también un miedo muy grande entre los jóvenes adultos de asumir el compromiso del matrimonio.

    La desconfianza y el miedo a un compromiso total, como lo es el matrimonio, son extremadamente comunes en los que sufren inclinaciones homosexuales. La rampante promiscuidad sin fidelidad a nadie de hoy en día es una de las manifestaciones más significativas del miedo al compromiso.



    4° FACTOR: NARCISICMO.

    El narcisismo o egoísmo es otro factor principal de la homosexualidad. El narcisismo tiene varios aspectos atrayentes, como el no tener que comprometerse con otra persona en el matrimonio o no tener que darse completamente como padre. El narcisista quiere permanecer infantilmente con obligaciones mínimas en sus relaciones interpersonales y con pocas limitaciones en la búsqueda del placer. Otra seria manifestación del narcisismo en la homosexualidad es el albergar pensamientos de grandeza. Esos pensamientos hacen que la persona se crea muy superior a los demás y que es tan especial y tan excepcional que se cree incluso inmune al virus del SIDA.


    5.FACTOR: INTENTOS DE EVADIR UN EXCESIVO SENTIDO DE RESPONSABILIDAD

    Algunos intentan escapar de excesivas presiones y cargas practicando la homosexualidad, en la cual no hay compromiso, obligaciones ni responsabilidad. Hay hombres casados que a veces luchan contra una intensa inseguridad después de experimentar la tensión que le causa un jefe negativo, una falta de éxito profesional o una ansiedad arrolladora por cuestiones financieras. Entonces empiezan a ver a sus esposas e hijos como cargas y dificultades., Practican la homosexualidad en un intento de evadir la tensión y de sentirse más amados y especiales. Las ideas perfeccionistas llevan a sentir una responsabilidad excesiva. Este conflicto interfiere con la capacidad de estar tranquilo y de recibir el don del amor que viene de la familia. Cuando un marido está emocionalmente distante o ausente de su familia, la esposa puede sentir una intensa soledad y, como resultado, empieza a depender emocionalmente de un hijo. A menudo hablará con él cosas y preocupaciones que normalmente compartiría con su esposo. Mientras que la mayoría de los jóvenes disfruta a nivel consciente de esta relación con sus madres, inconscientemente empiezan a preocuparse excesivamente y a sentirse demasiado responsables por ellas. Posteriormente pueden desarrollar inconscientemente una visión del amor femenino como una carga agotadora.Bajo la presión de estos conflictos, las relaciones homosexuales le parecían atrayentes por estar libres de excesiva responsabilidad. Su mayor conocimiento de sus miedos a un compromiso de amor con una mujer le liberaron y le llenaron de esperanza para el futuro.




    6°FACTOR: TRAUMA SEXUAL EN LA INFANCIA.

    Un buen número de varones que fueron violados o maltratados sexualmente en su infancia desarrollan una confusión con respecto a su identidad masculina. Al igual que otras víctimas de violación, piensan que de alguna manera causaron el abuso. Durante la adolescencia, su relación con las muchachas está mermada por la vergüenza y por la creencia de que ninguna chica podría amarles si conociera sus experiencias sexuales.



    7°ENFADO EXCESIVO

    El tipo de enfado que más induce la homosexualidad es el enfado consigo mismo. Como resultado de un continuo rechazo por parte de sus compañeros, muchos niños adquieren un intenso disgusto hacia sus propios cuerpos – piensan que éstos son débiles, poco atractivos y poco masculinos. Se sienten tan incómodos con su físico que pasan muchísimo tiempo fantasiando sobre cómo escapar de su cuerpo y entrar en el cuerpo de otro. Esta ilusión enfermiza puede empezar cuando son jóvenes e inducir una fuerte atracción física hacia otros del mismo sexo.

    La experiencia de ser sostenido y abrazado por alguien del mismo sexo puede disminuir el sentido de autorrechazo durante algún tiempo. Sin embargo, la incomodidad o el disgusto hacia el propio cuerpo persiste, a pesar de la afirmación, afecto o actividad homosexual. Esto ocurre porque el afecto en la adolescencia o después de ella no puede deshacer el odio hacia uno mismo que se ha experimentado en la infancia y en la adolescencia.

    En muchos homosexuales, la conducta autodestructiva, peligrosa, adictiva y sadomasoquista nace de un intenso disgusto hacia uno mismo. El enfado consigo mismo también puede llevar al varón a vestirse como una mujer. En un grupo reducido de personas, la homosexualidad se origina en una "necesidad" de rebelarse fuertemente contra sus padres, su familia, sus compañeros,etc. La conducta homosexual que es inducida por el enfado se observa en aquellos cuyos padres del sexo opuesto eran extremadamente controladores, emocionalmente insensibles, físicamente abusivos o profundamente narcisistas.

    Al igual que a otra gente enfadada, esa rebelión les produce cierto placer. A algunos de ellos les encanta que sus madres sepan cómo su estilo de vida es el rechazo extremo de un amor femenino o (en el caso de las lesbianas) como sus padres comprueban que no sienten necesidad del amor masculino. El enfado excesivo también se manifiesta en otros aspectos de la vida homosexual. El más notable es el enfado agresivo-pasivo, que consiste en un silencioso desahogo de hostilidad mientras se pretende no estar enfadado y se manifiesta en no informar al compañero sexual de que se es portador del virus que causa del SIDA. Estas personas a menudo sienten que porque ellos tienen que sufrir, otros también deben hacerlo. Por último, se observa también un intenso enojo en los homosexuales dentro de los medios de comunicación social, en la educación, en la salud o en la política, cuando intentan obligar al resto de la sociedad a que acepte la homosexualidad. A menudo sus métodos consisten en asaltar directamente a la moral judeo-cristiana, a la familia y a las diferencias básicas entre el hombre y la mujer.



    Atentamente Shwager...

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